Sin opinar: Lo que fue el 2014

31/12/14

Lo que fue el 2014

Como toda persona normal (porque sí, soy normal, les cuento), debo hacer balance de mi año. Claro que mi blog no está enfocado a mis asuntos personales ni similar, pero en este caso, tengo la grandísima necesidad de publicar aquí mi balance, para dejar esas importantes “reflexiones” escritas en un lugar en donde pueda acceder dentro de un año (o más) a leerlas nuevamente.

Hace justo un año estaba con la mentalidad de que 2014 sería el año que finalmente cambiaría por completo mi vida. Que sería mi año. Que lograría todo lo que quería lograr en aquel entonces, y pues, en parte así fue, pero de formas que no esperaba.

Lo que me dejó el 2014:

  • Una confianza bestial en mí mismo. Y lo pongo como primer punto porque es lo más rescatable de este horrible año. Pasé de ser una persona cargada de inseguridades a ser una persona con un autoestima real y muy alta, como una muralla que me protege de mis enemigos, donde solo yo puedo modificar lo que desee de mi reino personal

  • La literatura juvenil es un buen inicio para adquirir el hábito de lector, pero pasado un tiempo se torna aburrida. Como saben si han leído mi biografía aquí en el blog, adquirí el hábito de la lectura hace poco. En ese tiempo inicié primordialmente con libros juveniles que me mataban con sus tramas ágiles cargadas de drama y a veces de un romance medianamente soportable, pero conforme fui leyendo más y más de tal género, mi interés empezó a decaer hasta que dije basta. Las tramas repetitivas, personajes calcados de otros libros y las historias poco profundas fueron lo que dieron paso a mi deseo de literatura más adulta, en donde por fin volví a sentir esa  vibra de emoción que sentía antes. Aclaro que no estoy hablando mal de lo juvenil, de hecho si leen mis reseñas verán que de vez en cuando leo algo juvenil como para tener lecturas ligeras. Pero ha perdido el sentido de novedad que tuvo hace dos años, al menos en mí.

  • Debes saber con quién complicarte la vida. Esta es la enseñanza que me dejó este año que más repetiré el resto de mi vida. Porque aunque no existe persona que no sepa eso, nunca debe olvidarse para poder tener una vida sana y feliz. Este año luego de mil dramas sentimentales que duraron meses, por fin entendí eso. Claro que tuve que pasar por mucho lloriqueo y auto humillaciones para entenderlo, pero lo entendí y es lo que cuenta. No todas las personas merecen tu tiempo y esfuerzo. Así de simple.

  • El amor de pareja es una opción, no una necesidad. Nuevamente algo cliché que jamás olvidaré. También salió a raíz de los mil dramas que (afortunadamente) viví durante el año, dándome por fin la opción de avanzar en mi vida de la forma que quería y no de la forma como me habían programado, por decirlo de alguna manera. Actualmente es algo que tengo tan claro que no me preocupo en absoluto por ello, tal como hacía antes. Además, por Dios, estoy extremadamente joven (soy todo un infante), ¡no sé ni por qué me preocupaba por ello!

  • Ten en tu vida a personas que te aporten algo. No digo de manera interesada que tengas a aquel que te regale cosas caras cada tanto o similar. NO. Me refiero a que las relaciones humanas son un intercambio. Ambas partes deben ganar algo para crear un lazo fuerte de amistad. No puedes lograr entablar amistad con alguien que solo te brinde insultos o con alguien que no te genere interés alguno. Por eso, es más práctico tener en tu vida solo a personas que realmente te aporten cosas positivas. Aquella persona que siempre te regala una sonrisa, o la que siempre te hace reír horas y horas, o a la que te aporte bienestar, no importa qué sea, si no hay un intercambio sincero y bonito no creo que valga la pena el esfuerzo que se hace a la hora de mantener relaciones sociales.

  • Es posible vivir estando en la era prehistórica, tecnológicamente hablando. Tuve un viejo celular con Android 2.3 durante todo este año, que hasta el 2013 me sirvió como reproductor de música, pero como a mediados del 2014 se dañó (me borraba los archivos de la SD o la dañaba directamente. Me dañó 3 micros DEL ALMA)  tuve que estar durante meses sin cámara, sin música, sin tener una celular medianamente decente para revisar páginas web, trabajos y/o usar como agenda. Y aunque ya cambié de celular a uno realmente bueno, puedo afirmar que me fue posible sobrevivir todo ese tiempo sin problema alguno. Ni problemas para recordar tareas, ni problemas de comunicación mediante redes sociales. Hasta aprendí a cargar siempre un libro conmigo para cuando tenga que esperar, porque, como dije, música tampoco podía escuchar.

  • Las agendas y los post-it son inventos de Dios. Gracias a estos elementos he aprendido a ordenarme, ya sea para las lecturas y el blog (con este no he cumplido lo suficientemente bien) como para la universidad (me ha resultado más útil de lo esperado). He pasado de estudiar la noche previa a los parciales (o hacer el trabajo el día anterior a la fecha límite) a poder dividir el estudio en varias jornadas durante días distintos, de forma que pueda asimilar mejor la información que necesito aprender, sin estrés exagerado (porque estrés siempre habrá, no nos engañemos) y con muy pocas noches de trasnocho. (Sobre todo si comparamos a mis semestres anteriores donde dormía diario como 4 horas)

  • Hábitos saludables (físicos y psicológicos). Hace año y medio yo era la típica persona que no hacía ningún tipo de actividad física. De esas que cuando subían un par de escaleras ya estaban a punto de morir. Pero este año, después de mi horrible experiencia con el ejército donde creí que me iban a llevar a prestar servicio militar (vivo en la prehistoria y en mi país aún es obligatorio prestarlo) sentí la necesidad de valorar mucho más la vida que tengo. Nunca había notado tanto la libertad que poseo, todas las capacidades que puedo desarrollar si deseo, pero que no lo hago por pereza, por tener una mentalidad de pobre. Fue ahí cuando entendí que debía hacer algo con mi vida. Que no quería sentir que he desperdiciado mis días en nada. Lo primero que hice fue leer un par de libros que me ayudaron mucho, volviéndose prácticamente los libros que ayudaron a encaminar mi vida. Gracias a estos aprendí a vivir más libre, a aprovechar mi tiempo, las personas, a quererme, a no dejarme tumbar por nada ni nadie. Luego vino el ejercicio, empecé a salir a correr y en seguida los ejercicios calisténicos. Meses después de una constante actividad física, soy capaz de asegurar que me siento mucho mejor que antes. Aparte de que he mejorado mi aspecto físico, mi actitud ha mejorado. Mantengo con energía y esa mente perezosa que poseía ha desaparecido por completo. Es de las mejores decisiones que he tomado en toda mi vida.

  • Un futuro real. Hasta hace unos meses tenía dudas sobre que quería a futuro y lo que estaba haciendo para conseguirlo. Mi carrera no acababa de gustarme del todo, mi futuro se veía confuso y mis actos diarios eran simplemente desordenados y hechos sin motivación alguna. Entonces aparece un profesor que me hace cambiar totalmente de opinión. Ese profesor desde la primera clase logró captar mi interés (por su forma de ver la vida, por su forma de ensear y de ser), y conforme pasaban las semanas este crecía y crecía, hasta que al final de semestre, supe que sí estaba estudiando lo que quería porque quería algún día ser tan genial como él. Al haber entendido eso pude empezar a construir un proyecto de vida acorde a la nueva visión que había aparecido ante mí. Él no alcanza a imaginar cuánto me ayudó sin siquiera ser esa su intención. (y no solo a me ayudó a elegir mi futura profesión, también a ser mejor persona)

Me he extendido mucho, pero era necesario. Como ven, ha sido un año con un inicio bastante sombrío, pero que finalmente se volvió un año indispensable para mi crecimiento personal y profesional. Quizás sea el peor año de todos los que he vivido hasta ahora, pero es el año más completo y más importante de todos. En 12 meses he aprendido cosas que han sentado las bases (muy firmes) de mi vida, y aunque he lloriqueado como loco durante este 2014 por todas las dificultades vividas, será un año que recuerde con mucho cariño. Por todo. Por las personas que llegaron, por las que se fueron, por las que siguen, por las nuevas experiencias, por los nuevos sitios visitados, por las nuevas partes de mí que he descubierto, por aquel oscuro y viejo cielo cargado de sangre que dará paso a un cielo joven y soñador.

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