Reseña: Las luces de septiembre - Carlos Ruiz Zafón

Título original: Las luces de septiembre
Autor: Carlos Ruiz Zafón
Género: Juvenil. Misterio.
Fecha de publicación: 1995
País: España

Sinopsis:

Un misterioso fabricante de juguetes que vive recluido en una gigantesca mansión poblada de seres mecánicos y sombras del pasado... Un enigma en torno a extrañas luces que brillan entre la niebla que rodea el islote del faro. Una criatura de pesadilla que se oculta en lo más profundo del bosque... Estos y otros elementos tejen la trama del misterio que unirá a Irene e Ismael para siempre durante un mágico verano en Bahía Azul. Un misterio que los llevará a vivir la más emocionante de las aventuras en el laberíntico mundo de luces y sombras. (Tomado de lecturalia.com)

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Mi opinión: (Sin spoilers)

Hace mucho que tenía ganas de leer algo del, aclamado, Carlos Ruiz Zafón. En cierto momento pensé en adquirir esa famosa saga que él escribió, que tiene tan buenas reseñas. Sin embargo, en mi plan por dejar de ser un comprador compulsivo, decidí mejor prestar algo de él. Y como una amiga tenía Las luces de septiembre, fue la oportunidad ideal.

Pero después de leerlo, tengo serias dudas respecto al autor y al libro.

Iniciemos por lo principal: La historia. Todo inicia con una carta, y luego ya pasamos hacia el relato de los hechos que la carta, previamente, cuenta que sucedieron en aquel verano de 1937. En el inicio es fácil meternos en la historia; se aprecia cierto aire cargado de nostalgia y opresión que hacen que la historia inicie con pie derecho. Pasada esta parte inicial, llegamos a Bahía Azul, que es donde se desarrollará la trama. Conocemos a un par de personajes, que están o muy bien, o muy mal, no hay puntos medios aquí; y todo se empieza a arruinar lentamente.

Sigo sin tener claro qué es lo que no funciona con la historia. No sé si es que fue porque no me gustó la forma en la que escribe el autor; lo siento, me parece que usa una prosa tediosa e innecesaria, y eso que ya he leído libros con autores más exagerados pero que a pesar de ello no aburren en ningún momento. O que el libro tiene partes que giran en torno al tema náutico; tema que me aburre sobremanera. O simplemente que la historia no resulta tan atrapante como se espera.

Lo cierto es que desde la página 30, o menos, todo el ritmo empieza a decaer hasta llegar a desaparecer. Y cuando lo retoma (por allá como en la página 115, creo recordar) el lector ya se ha perdido en el camino, y ha dejado de leer el libro, o como mínimo lo lee por inercia (Mi caso). Aunque hay partes, como la historia que cuenta Lazarus, o las páginas del diario que obtiene Irene, que logran atrapar de manera sorprendente; lástima que cuando retomamos la historia real esa emoción se pierde.

Además los momentos de más tensión no lograron atraparme debido a la forma en la que el autor los narraba. Ni siquiera llegaba a sentir pánico en momentos que podían haber sido muy macabros. Todo lo sentía como un simple juego que quería que terminara cuanto antes para poder acabar pronto el libro.

Con los personajes no tengo quejas pero tampoco elogios. Me parecieron muy desechables, excepto Lazarus, que captó toda mi atención desde el principio. De resto, los demás funcionan como títeres usados para narrar una serie de sucesos, y ya.

Lo más destacable del libro, junto a lo fácil y rápido que es de leer, es el uso de cierto término alemán el cual cobrará gran (y aterradora) importancia en la historia. Aunque nosotros los fans de The vampire diaries ya sabemos un poco qué esperar de ello, sin embargo es una grata sorpresa el uso que le dan en la historia.

No estoy muy seguro si volveré a leer algo de este autor que no me convenció en absoluto; quizás sí para estar aún más seguro que no me gusta nada o para cambiar mi percepción de él.

Por el momento, Las luces de septiembre resulta un libro curioso y desaprovechado. Teniendo una historia medio ingeniosa se siente que todo se queda a medias y que solo unas 25 páginas de las 317 que tiene el libro son realmente valiosas. Como punto a favor tiene que es rápido de leer y puede enganchar a los más nuevos en la lectura (y quizás, solo quizás, a los niños), pero si eres de los que buscan una obra memorable, pasa de este libro, porque no encontrarás nada en él que no te dé una sensación general de insuficiencia.

Calificación: (Del 1 al 5)