Sin opinar: Reseña (cine): Gone Girl (Perdida)

20/1/15

Reseña (cine): Gone Girl (Perdida)

Click para expandir información de película Título original: Gone Girl
Año: 2014
Género: Thriller. Drama.
Duración: 149 min.
País: Estados Unidos
Director: David Fincher

En un caluroso día de verano, Amy y Nick se disponen a celebrar su quinto aniversario de bodas en North Carthage, a orillas del río Mississippi. Pero Amy desaparece esa misma mañana sin dejar rastro. A medida que la investigación policial avanza, las sospechas recaen sobre Nick a pesar de que él insiste en su inocencia. Es cierto que se muestra extrañamente evasivo y frío, ¿pero es un asesino?







Mi opinión: (Sin spoilers)


El año pasado fue bastante bueno, comparado con años anteriores, en donde he tenido la oportunidad de ver películas de una calidad más que notable. Pero no pensé que fuera justo acabando año el momento en el que vería la que es sin duda alguna una de las mejores películas de ese año, superando en creces a otras que parecían no tener competencia. (La vi hace cerca de un mes, pero hasta hace poco tuve el valor de reseñarla)

Cuando supe de Gone Girl, me preparé mentalmente para combatir las ganas de ver tráilers y/o leer el libro. El hecho de tener el equipo que tuvo en su realización y de las buenas reseñas sobre la historia que narra el libro me fueron suficiente para querer llegar lo más virgen al estreno. Quería disfrutar toda la película de la manera más fresca posible. Tristemente, el estreno en mi ciudad fue extremadamente limitado, y en aquel tiempo no tenía ni el dinero ni el tiempo para desplazarme hasta el único cine que la exhibía, pero solo hasta ahora pienso en todo lo que me perdí.

Gone girl inicia en una mañana que prometía ser más de lo mismo en la vida de Nick. Cuando este se ve forzado a regresar a casa debido a la llamada de un vecino, nota que su esposa ha desaparecido. Y es en este punto donde toda la grandeza empieza a mostrarse poco a poco.

Uno de los puntos más fuertes con los que cuenta el largometraje es lo bien construida que está la historia, logrando crear una extensa pero a la vez efímera montaña rusa sentimental. Las situaciones que presenciamos nos harán brotar sentimientos de una manera tan natural, y a veces hasta bipolar, que no tendremos ni un momento de paz emocional. Los giros argumentales que planea la obra nos darán varias bofetadas que nos harán entrar en estado de shock varias veces, hasta el punto de querer pausar la película para asimilar todo, aunque esto no resulta una opción viable para nosotros como espectadores, porque la constante curiosidad de saber qué pasará un segundo después nos mantendrá totalmente quietos en nuestra silla. Con el corazón a mil, preguntándonos “¿y ahora qué?”. La respuesta a esta constante pregunta es el segundo punto fuerte de la película. Aquí no sabes qué esperar realmente. Cuando crees que está próxima a acabar y que todo finalizará con la escena que estás viendo, llegan los guionistas y se sacan otra carta que llevaban bajo la manga para llevar la historia un paso más delante de lo que creías posible, dejándote nuevamente atontado por varios minutos, buscando cómo creer lo que estás viendo en pantalla mientras alabas interiormente a los guionistas.

Y es que aquí no hay grandes efectos especiales de mil millones de dólares (miento, si los hay, pero no son usados como parte de la historia; ni siquiera se notan en toda la película), ni visitas al inframundo (al menos no de forma literal) y mucho menos viajes en el tiempo de mutantes intentando salvar el futuro. Todo aquí es un fragmento de la macabra realidad en la que vivimos. Solo es la historia de un matrimonio perfecto, de un pueblo pequeño donde los rumores son tan rápidos como el viento, de una sociedad enferma. Sin olvidar a los brillantes toques de humor negro que posee la cinta, catapultando de una manera bastante enfermiza toda la historia a niveles que rozan la perfección.

Pero no todo es obra de los guionistas, es imposible dejar de lado a las personas que le dieron vida a los diferentes personajes. Este es el tercer punto fuerte del largometraje, y quizás el más indiscutible.

Vale que existan personas que no compartan el absoluto amor ciego que siento hacia la historia, pero no será válido escuchar a personas diciendo que el cast no fue adecuado, bajo ningún tipo de situación. Hasta la versión masculina de Kristen Stewart (no sé cuál es más inexpresivo), Ben Affleck, sorprende al encarnar con total soltura al personaje que sostiene casi todo el peso de la historia en sus hombros. Pero ojo, digo casi porque en realidad la verdadera estrella aquí es Pike. La señorita prácticamente se roba la pantalla, se la come sin dejarse una sola migaja. Tenerla en pantalla es un verdadero espectáculo, haga lo que haga, diga lo que diga. Es asombroso el resultado que consigue al momento de darle vida a un personaje con una gama tan extensa de emociones como lo es la Maravillosa Amy, siendo al final una de las protagonistas más memorables que el espectador tendrá el gusto de ver en el mundo del cine. El resto del reparto, para el cual no me extenderé, también funciona de maravilla. Desde la hermana inteligente que siempre quiere lo mejor para su familia, hasta la (no tan) bruta presentadora de TV que busca despedazar con su sangriento pico a cualquiera, solo para generar controversia.

La puesta en escena en general resulta supremamente sólida, con una fotografía impecable que logra transmitir la opresión de cada escena, mientras la banda sonora hace de ayudante secreta para potenciar estas sensaciones a niveles extremos.

Esta es la parte donde menciono algún “pero…” para contrarrestar tantas maravillas comentadas. Pero no encuentro ninguno. Es una obra tan absolutamente redonda que resulta imposible hallarle algún fallo digno de comentar. Tanto que en un par de días la veré nuevamente, porque es de esas películas que necesitan verse más de una vez para poder captar toda la belleza que posee.

Gone Girl es una película que ofrece mucho, mucho más de lo que promete a simple vista. Gracias a una historia brutal y unas interpretaciones que rozan la perfección, somos testigos de una de los mejores cintas que podamos hallar. Una obra maestra de dos horas y media que difícilmente dejará indiferente a quien la vea, llegando incluso a quedar en la memoria durante mucho tiempo. Una película que debe verse sí o sí.

Calificación: (Del 1 al 5): 

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