Después del buen piloto, Scream tenía como misión convencernos de que era una adaptación disfrutable de una de las sagas más emblemáticas del cine de terror, cosa que no era fácil, porque aunque la serie de MTV inició con pie derecho, era fácil que se desinflara en su segundo episodio, como suele pasar con otras muchas series. Pero no pasó, y en vez de caer al abismo logró subir un escalón más. Desde aquí van spoilers, así que si no has visto el capítulo es mejor que no leas.
Después de lo visto la semana pasada la
historia no ha avanzado mucho. Emma sigue en un tira y afloja con el misterioso
supermodelo recién llegado, Brooke aún anda ofreciéndose al profesor (es por
mucho la historia secundaria menos interesante, el romance profesor-alumno
perdió potencia hace como 15 años), el chico friki (Noah) y la popular no vacía
(Riley) están empezando a enamorarse; que personalmente me encanta verlos
juntos.
La escena donde parece que Noah iba a morir
(señores de MTV, con esas cosas no se juegan, al menos no con Noah y Riley) me
hizo sufrir por un personaje como hace rato no lo hacía. Es que, ¿no se ven
adorables juntos? Ella intentando enamorarlo, conquistarlo a punta de
comentarios especialmente diseñados para él (porque mira que dudo que hable de
esa forma medianamente friki con sus amigos populares) y él matando las
pasiones debido a su inexperiencia romántica. ¿Cómo no amarles?
Lo preocupante es que por nuestra salud
mental no deberíamos encariñarnos con nadie, porque estoy seguro que Ghostface
2.0 se llevará poco a poco a los personajes más queridos de la serie. Por
suerte hasta ahora solo se han llevado al otro mundo a personajes que dudo
mucho que me llegaran a caer bien. Nina era una zorra completa, y Rachel, pues
bueno, quizá con ella podía encariñarme poquito, pero al menos puedo descartar
nombres de la lista de sospechosos de ser Ghostface.
Que por cierto, lograron engañarme bastante
con los promos, yo pensando que ella se suicidaba por baja autoestima o algo, pero
llega el asesino y hace el trabajo por ella, de una forma bastante épica, cabe
mencionar.
Y no olvidemos todo el suspenso que nos ha
dado el capítulo. La escena final cuando Emma recibe la llamada está bastante
conseguida, el ambiente se pone pesado de forma inmediata y cuando nuestro
asesino dice “¿Y cómo sabes si me dejaste afuera… o dentro?” es imposible no
sentir una mediana punzada de terror.
Debo aceptar que de momento la serie me sigue
llamando mucho, e incluso más que antes, ha demostrado en 2 capítulos el
potencial suficiente para dar una temporada bastante buena. Ya veremos en el tercer
capítulo si las buenas sensaciones se acaban de acentuar o si por el contrario,
destruyen todo lo logrado.
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